Estas navidades me he leído la autobiografía de una cantante por la que siempre he sentido gran admiración, Barbara Hendricks. El libro se llama En voz propia y quisiera compartir algunos de pasajes que pienso pueden aportar valor.
Para quienes no estéis familiarizados con ella, Barbara Hendricks es una soprano lírica e intérprete de jazz conocida también por su trabajo como activista por los derechos humanos, considerada una notable exponente en óperas de Mozart y como recitalista. Nació el 20 de noviembre de 1948 en Stephens, Arkansas, Estados Unidos. Actualmente es ciudadana sueca.
“Gracias a mi formación, comprendo la correlación entre las música, con sus componentes armónicos, melódicos y rítmicos. Mi maestra me enseñó que la tarea primordial del artista es estar completamente al servicio de la música y hacer el trabajo necesario para convertirse en el instrumento óptimo. En el que esta pueda ofrecerse oír, y, por tanto, revelarse en toda su verdad e integridad. Toda la preparación que desemboca en la interpretación -la técnica vocal, el estudio de idiomas, la investigación y las lecciones de la propia vida- permite al artista a alcanzar ese objetivo y esos momentos privilegiados de gracia. El yo y la personalidad del artista deben estar siempre al servicio de esta tarea.”
“Con el tiempo me di cuenta que siempre debía explotar mis límites, no contentarme nunca con los logros presentes o pasados. Eso entrañaba probar siempre nuevos repertorios, no limitarse a cantar lo que se consideraba apropiado para mi.”
«Todo mi cuerpo es mi instrumento, no solamente la zona que rodea las cuerdas vocales. Siempre he buscado un enfoque holístico para mi salud vocal, intentado mantener un equilibrio entre los aspectos mental, físico y emocional de mi ser. Trato de llevar una vida sana: me mantengo activa, sigo una dieta saludable y me rodeo de personas positivas. Procuro pasar el tiempo, trabajar y comer con personas a las que quiero y admiro a un cantante pueden causarle problemas los aviones, los frecuentes cambios de ambiente, el aire acondicionado, por supuesto, la contaminación del aire. Padezco de algunas alergias leves que, si tuviera otra profesión, ni siquiera notaría. Sin embargo, cuando al rededor de la tráquea se me forma una gran mancha de mucosa que desea caer sobre mis cuerdas vocales en seguida me doy cuenta. He probado distintos remedios, como dejar de tomar productos lácteos y quesos unos días antes del concierto. Para mi, es un auténtico sacrificio porque me encanta el queso. Pero finalmente he llegado a aceptar que la flema es un riesgo inherente a mi profesión y me he convertido en una experta en eludirlo.
Escucho mi cuerpo e intento respetar lo que me dice. Cuando toca parar y descansar debo hacerlo, aunque no siempre ha sido fácil. Intenté adaptarme al imagen que mi generación de feministas se auto impuso: la súper mujer que debe ser una esposa perfecta, una madre perfecta y una profesional perfecta.»
«¿Cómo podéis seguir creciendo y mantener al mismo tiempo vuestra integridad artística?
Esta es vuestra tarea, y os animo a correr riesgos y que os atreváis a lo siguiente:
A conoceros y ser fieles a vosotros mismos.
A vivir, a experimentar plenamente la vida, a amar, a sentir.
A tener curiosidad por todo lo que ofrece la vida y el arte, no solamente por vuestra especialidad.
A renunciar al propósito de convertiros Heifetz, Nuréyev, Toscanini o Callas.
A ser vosotros mismos, únicos, dondequiera que os lleve vuestro camino.
A rechazar los atajos y el camino fácil, aunque parezca imposible hacer frente a la presión de los agentes, las discográficas y demás. Aún no se inventado un substituto para el tiempo.
A desafiar la falsa premisa de que la vida y el arte son deportes de competición. Solo competimos con lo mejor de nosotros mismos.
A cuestionaros a vosotros mismos.
A seguir siendo vulnerables. Eso mantendrá vuestra receptividad.
A ser ciudadanos informados y participativos, que respetan los derechos de todo.
La libertad no es algo que nos viene dado, sino algo que ganas manteniéndonos siempre alerta.
Y, sobre todo, buscad la verdad y decidla con el corazón, tened fe y nunca perdáis de vista el poder del amor.»
«El artista no debería preocuparse por las críticas ni por la falta de ellas. Los medios de comunicación creen sin duda que cumplen un propósito, pero éste no puede ser el de decir a un artista quien es o quien debería ser.»
Además, incluye otras citas de grandes personalidades de la historia.
Esta es una frase que se puede aplicar a quien tiene pánico escénico o simplemente miedo a enfrentarse a un público.
“Aprendí que el valor no era la ausencia del miedo, sino el triunfo sobre él. El valiente no es quien no se asusta, sino quien domina el miedo.” – Nelson Mandela
“Tienes que dedicarte en cuerpo y alma, ponerte anti ojeras, perseguir la meta que has elegido y legar tan alto como puedas. El camino hacia la perfección es tan intangible como el camino hacia las estrellas… por más alto que llegues, las estrellas están muy lejos.” – Jennie Tourel.
“La música expresa lo que no se puede decir pero es imposible callar.” – Victor Hugo
Hermoso, muchas gracias.
Saludos y un excelente año 2014!!!
Alfredo.